Funciones del Lenguaje: Concepto, Tipos y Ejemplos

Funciones del lenguaje

Las funciones del lenguaje se refieren a las distintas formas en que el lenguaje es utilizado para transmitir información y cumplir objetivos específicos de comunicación. Cuando se emite un mensaje, este cumple distintas funciones y siempre hay una que predomina según la intención de la persona que habla.

Uno de los autores más influyentes en este campo es Roman Jakobson, un lingüista ruso que desarrolló una teoría sobre las funciones del lenguaje en la década de 1950. Según Jakobson, las seis funciones del lenguaje son: emotiva, conativa, referencial, fática, metalingüística y poética.

Jakobson sostenía que cada función del lenguaje tiene un papel específico en la comunicación y que el uso predominante de una función puede variar según el contexto y la intención del hablante. Por ejemplo, en una conversación informal, la función fática puede ser la más importante para establecer y mantener la comunicación, mientras que en un discurso político, la función conativa puede ser la más relevante para influir en la actitud del receptor.

En resumen, estas son las seis funciones del lenguaje:

  • Emotiva o expresiva: Para expresar emociones.
  • Conativa o apelativa: Para influir en el comportamiento.
  • Referencial o informativa: Para transmitir información.
  • Fática: Para establecer y mantener la comunicación.
  • Metalingüística: Para hablar sobre el propio lenguaje.
  • Poética o estética: Para crear un efecto artístico.

Cada una cumple un propósito único y su aplicación cambia según la situación.

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Función Emotiva o Expresiva: Hablando desde la Subjetividad

La función emotiva o expresiva del lenguaje se centra directamente en el emisor y en cómo este manifiesta sus emociones, sentimientos o estados de ánimo. Es inherentemente subjetiva, pues refleja la perspectiva y la interioridad de quien emite el mensaje. En esta función, lo importante no es tanto lo que se dice, sino quién lo dice y cómo lo dice.

Ejemplo: “Las personas que [a uno] le gusta tener en [su] círculo íntimo son personas honestas y que [a uno] le hacen sentir que son dignas de [su] confianza.” En esta frase, el emisor expresa sus preferencias y sentimientos personales, basándose en sus propias emociones y percepciones.

Función Conativa o Apelativa: Influir en el Receptor

La función conativa o apelativa se enfoca en el receptor, la persona a la que se dirige el mensaje, y busca influir en su comportamiento o actitud. Para lograrlo, se utilizan órdenes, pedidos, sugerencias o exhortaciones, y es común el uso de pronombres como “tú” o “usted” (en la forma de la persona a la que se apela), además del tiempo verbal imperativo.

Ejemplo 1: “José, pásame el libro.” Aquí, el emisor se dirige directamente a José para pedirle una acción.

Ejemplo 2: “*Estudiantes, presten atención y miren hacia dónde [el orador] está.” En este caso, el emisor utiliza la función conativa para dar una instrucción a un grupo de estudiantes.

Otro ejemplo sería: “Si alguien se ve muy estresado, se le puede recomendar hacer ejercicio y meditar.”

Función Referencial o Informativa: Transmitiendo Hechos

La función referencial (también conocida como representativa, informativa, denotativa o cognitiva) se caracteriza por ser objetiva y precisa. Su objetivo principal es transmitir información verificable y descriptiva sobre un objeto, hecho o acontecimiento. Utiliza un lenguaje denotativo, centrándose en el significado literal de las palabras y evitando la subjetividad del emisor.

Ejemplo: “Venezuela es uno de los países megadiversos del mundo y con mayores reservas de petróleo.” En esta frase, el emisor utiliza un lenguaje descriptivo y objetivo para informar sobre características de Venezuela (su diversidad biológica y reservas petroleras), sin añadir valoraciones personales.

Esta función es vital en contextos como la ciencia, la tecnología y la educación, donde la claridad y precisión de la información son primordiales.

Función Fática: Manteniendo la Conexión

La función fática del lenguaje se centra en el canal de comunicación, es decir, en verificar si la comunicación se está llevando a cabo, y en establecer, prolongar o interrumpir el contacto. Su propósito es asegurar que el interlocutor esté presente y participando, evitando que la comunicación se pierda.

Ejemplo 1: “Sí, dígame.” En esta frase, el emisor verifica que el receptor está presente y escuchando.

Ejemplo 2: “Hola, ¿sigue [la persona] al teléfono?” Aquí, el emisor utiliza la función fática para confirmar que el receptor aún está disponible para continuar la conversación.

Esta función es muy común en conversaciones telefónicas, reuniones o encuentros informales, donde el objetivo es mantener la línea de comunicación abierta.

Función Metalingüística: Hablando del Lenguaje

La función metalingüística se enfoca en el propio lenguaje. Su objetivo es explicar términos, definiciones, reglas gramaticales o cualquier otra información relacionada con el código lingüístico que se está utilizando. Es fundamental para comprender y utilizar correctamente el lenguaje, ya que permite reflexionar sobre su estructura y uso.

Ejemplo: “El habla es la manifestación personal y subjetiva del lenguaje.” En esta frase, el emisor utiliza la función metalingüística para explicar el significado del término “habla” y su relación con el lenguaje, aportando información adicional que facilita la comprensión del concepto.

Esta función se encuentra en diccionarios, glosarios de términos, manuales de gramática y otros recursos que brindan explicaciones sobre el código lingüístico.

(Para profundizar en los conceptos de lenguaje, lengua y habla, se puede consultar Lenguaje, Lengua y Habla: Definiciones y Diferencias).

Función Poética o Estética: La Belleza en las Palabras

La función poética o estética del lenguaje se centra en el contenido del mensaje en sí y en cómo se presenta. Su objetivo es producir una comunicación artística o estética, utilizando recursos literarios como las figuras retóricas, la metáfora o la ironía. Busca impactar emocionalmente al receptor, generando un efecto estético o artístico a través del lenguaje.

Ejemplo: Un poema es el ejemplo más claro de la función poética, ya que en él se utilizan recursos literarios para crear un efecto estético y emocional en el lector. En un poema, el lenguaje se utiliza de manera creativa para expresar emociones, sentimientos, reflexiones o ideas de manera artística.

Sin embargo, esta función no solo se encuentra presente en la literatura, sino también en otras formas de comunicación como la publicidad, la música o el cine, donde el objetivo es generar un impacto emocional y estético en el receptor mediante el uso creativo del lenguaje.

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  1. Jakobson, R. (1960). Closing Statements: Linguistics and Poetics. In T. A. Sebeok (Ed.), Style in Language. Cambridge, Massachusetts: MIT Press.  https://www.academia.edu/42324630/Jakobson_1960_Linguistics_poetics

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